Nuestros equipos generan vapor seco a más de 150°C, el cual se aplica directamente sobre la superficie de maquinaria, equipos de proceso y cintas transportadoras. Emplear baja presión nos permite direccionar muy bien el abanico de vapor para no dañar sensores o paneles electrónicos críticos.

Eliminamos microorganismos patógenos (bacterias, virus y hongos) causantes de enfermedades. Los microorganismos localizados en las superficies tratadas se ven sometidos a un "shock térmico" por la alta velocidad a la cual se incrementa la temperatura del medio. Es importante indicar que el vapor, a diferencia de los productos químicos no genera resistencia.

La generación de vapor seco con alta temperatura y baja presión implica un mínimo consumo de agua, nuestros equipos pueden trabajar con abastecimiento directo de la red o bien de forma autónoma cargando previamente sus estanques. Como referencia el consumo de agua es del orden de 10 Lt/Hr, esto es menos del 2% del consumo normal en operaciones de higiene.

Además del mencionado ahorro de agua potable, nuestros equipos a diferencia de la mayoría disponible en el mercado, son 100% eléctricos, de esta forma utilizamos una fuente de energía sustentable, libre de combustión, más segura y amigable con el medio ambiente.

El efecto del vapor seco con su temperatura y la presión de trabajo son suficientes para lograr el objetivo de sanitizar las superficies tratadas. Si bien nuestros equipos disponen de accesorios para utilizar productos químicos, nuestros protocolos por defecto no los incluyen.

En nuestro afán de mejora continua y consientes de la necesidad de un respaldo científico, hemos considerado pertinente incluir la medición de ATP como indicador de la efectividad de nuestros procesos de higiene con vapor. ​